Sólo habían transcurrido dos semanas desde la vuelta al colegio y ya Adolfito tenía que prepararse tres exámenes de Mates, Lengua y Cono. Estaba algo preocupado pues podía suspender, ya que se pasaba las tardes jugando con sus nuevos juguetes de reyes. Para que les fuera bien, decidió estudiar con sus amigos Lucas y Rosi, sobretodo Cono, que era la que peor se les daba.
La tarde que quedaron juntos, se pusieron a hablar y a perder el tiempo jugando, hasta que llegó el padre de Adolfito, que se llamaba Rafael, y les dijo que se pusieran a estudiar sino querían suspender, además era un tema que no dominaba y por lo tanto no les podía ayudar.
Cuando decidieron ponerse a estudiar, entró Blanquita en la habitación, queriendo jugar y mordiendo los libros, entonces decidieron irse a la biblioteca para estar más tranquilos. Al día siguiente, aunque nerviosos, consiguieron hacer un buen examen de Cono y aprobaron con un notable.